Contexto

A pesar de que el 70% de la superficie de la Tierra está cubierta de agua, únicamente 2.53% del ésta es dulce y de este porcentaje 2/3 partes se encuentran en glaciares o sitios de difícil o nulo acceso; se calcula que únicamente el 0.3% del agua disponible es apta para el consumo de los seres humanos. Los principales problemas a los que nos enfrentamos en relación con el agua son: 

El deterioro de su calidad por contaminantes químicos y biológicos que llegan a través de las aguas residuales sin tratamiento de zonas urbanas e industriales, así como escurrimientos de contaminantes provenientes de la minería y la agricultura, entre otros. Se estima que más del 80% de las aguas residuales resultantes de las actividades humanas se vierten sin ningún tratamiento en ríos y mares a nivel global [1], en nuestro país existe una regulación laxa y obsoleta para impedir su contaminación. 

La disponibilidad, ocasionada por una mala distribución en la que se favorece a sectores industriales, agrícolas y turísticos. México es uno de los 25 países con mayores problemas de disponibilidad de agua en el mundo esta problemática se agrava debido a que la infraestructura hidráulica es inadecuada y antigua, provocando pérdidas por fugas, así como falta de mantenimiento en las plantas de tratamiento de todo el país. 

Cuidar la calidad del agua y utilizarla de forma racional es importante para proteger la salud humana y los ecosistemas.

[1]. Objetivos del Desarrollo Sostenible, 2022. Tomado de: https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/water-and-sanitation/
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